Gaviota Rubicunda

Velero del alba
Que atraviesa los mares
Con el tiempo moreno, vuelas… vuelas
Sin miedo a sus malabares... sin miedo…
Te he seguido gaviota rubicunda
Por cada barco que navegas… en la mar,
Y  sus olas de plata me balanceaban
Y veía siluetas… siluetas que se esfumaban,
Dejando blanco mis ojos… blancos… blancos
Ya agotados y calcinados por la salina
Que van cayendo entre mis parpados
Rogando al cielo mi pronto dormir…
Quiero seguir en estos rumbos
Soñando despierta, buscándote… buscándote…
Y volando en tus cielos quisiera encontrarte,
Guiada por las corrientes de bruñidas tardes
Con la merma luz de versos,
Te llevaste mis besos… mis besos…
Para luego irte con el viento,
Y de lejos se escucha su llamado
Con el crujir del mar el cielo se curte,
Las alas rubicundas danzando… danzando
Con soltura, planeando y graznando…
Se cayó en aquella tarde… Ahogándose en la mar
Cansada… cansada… alma mía…
La soledad y el vacío recorren por la playa
Escribiendo el crujir de las olas
Mientras se alzan los crepitares de arenas,
El cielo se deprime en borrascosas cobrizas
Hasta estremecer mi cuerpo…
Quiero continuar a viento en popa
Hasta cruzar y vencer las quimeras del tiempo
Solo contigo gaviota rubicunda
De alcanzarte me revivirás con tus besos…
Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.
Caracas, 15 de Marzo del 2014
Venezuela.

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