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Mostrando entradas de junio 20, 2009

ESCUHA EL SILENCIO DE ALEGRIAS Y SUEÑOS.

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Escucha el silencio de alegrías y sueños En el horizonte se alzan puros oteros,   frondosos madrigales de amores eternos.   Un picaflor surca el aire ligero,   mientras las flores, en su esplendor,   son amadas por abejas, mariposas y cigarrones.   ¡Qué denso es el colorido de las ternuras!   Las flores, coquetas, posan para la gracia de Dios.   El sol, galante, derrama piropos de calor,   y los tomadores del néctar, invisibles,   dan vida a este regazo de colores.   Arriba, el catire, silencioso y entusiasta,   abraza los celajes con rubor y perfume.   En mi horizonte, el silencio se llena   de oteros, flores y alas que vibran.   No hay gritos, humos ni olores amargos;   solo esta mudez que abriga y colorea   el blanco y negro de la urbe cercana.   Escrito por su propia autoria. Norma Acosta Derechos Reservados de...

EL JUEGO.

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Tú caballo gentil de hermosa sonrisa, Tu apariencia un ángel, me desnudas el alma. Frases celebres de tu autoría, Mi corazón late solo falta tu pecho para que viva. Viva está mi atención al escucharte. Que confusión tan grande la mía, Al dejar llevar mi vida a un tablero. Mi jubilosa alma está suspendida, Mi corazón esta frío y sorprendido, Que inocente al ayudarte. Tus pasos son cual juego de ajedrez, Jaque mate a la reina…………. Y creí que eras un ángel, Pues en el ajedrez no hay ángel Solo caballos, peones, alfiles, reyes y torres. Que ironía tan grande la vida, No, no es así! Que ignorancia la mía, Al confundir un juego con la vida, Tú, caballo que me ha establecido Una horquilla mortal, jaque a la reina. Las blancas perdieron mi alma………… Simultaneo ataque, solo tú Caballo de ajedrez me agrediste, Dejando mi corazón herido y a las blancas sin reina. Terrible facultad tienes para orquillar, Sin poder librarme in...

RECUERDOS DE LA INFANCIA.

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                                                                                                                                                                       Al llegar al occidente de mi país decadente Caminando apresurada por el tiempo Entre en mi morada y abrí las ventanas Me sentí acalorada y en el paso de un momento                                                               ...