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A TI, HOMBRE DE MI CORAZÓN

  A Ti, Hombre de Mi Corazón En la mirada tuya, querido hombre mío, se despliega un enigma, un universo secreto. Cristalina como el agua, tu serenidad refleja, y en cada destello, encuentro mi refugio perfecto. Tus ojos, faros de misterio y pasión, son la puerta a un mundo sin límites ni medida. Palabras tuyas, como escudos protectores, resguardan mi alma en la noche compartida. Bajo la luna, nuestros cuerpos se abrazan, un lazo eterno que no conoce principio ni fin. Tú, en tu esencia, me invitas a soñar, a explorar sin temor el placer que en ti se esconde. Hoy, en este día especial, brindo por ti, por tu fuerza, tu ternura, tu luz inigualable. Honor al hombre que eres, en plenitud y presencia, celebro tu existencia en este festivo caudal.  Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares. Caracas Venezuela.

NO LLORES ESTA NOCHE

  No llores esta noche. Verso 1 En la oscuridad de la noche Donde el dolor se hace fuerte Recuerda que no estás solo Mi amor te acompaña siempre Coro No llores esta noche, mi amor En mis brazos encontrarás calor Juntos enfrentaremos el temor Y al amanecer renacerá el amor Verso 2 Cada lágrima que cae Es un susurro de tu alma Pero en cada amanecer Una nueva esperanza se desarma Coro No llores esta noche, mi amor En mis brazos encontrarás calor Juntos enfrentaremos el temor Y al amanecer renacerá el amor Puente Aunque la vida nos ponga a prueba Juntos superaremos la tormenta Con cada beso sellamos nuestra promesa De que en cada paso estaremos juntos porque nos interesa. Coro No llores esta noche, mi amor En mis brazos encontrarás calor Juntos enfrentaremos el temor Y al amanecer renacerá el amor Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares. Inspirada en la canción “don't cry” Gracias. 

LYSA Y LOS APOCALÍPTICOS

        LYSA Y LOS APOCALÍPTICOS. En la vastedad del cosmos, en un sistema estelar lejano, tres apocalípticos surgieron de las fuerzas primordiales del universo. En los albores del tiempo, cuando las estrellas aún eran jóvenes y el amor fluía como la energía misma que tejía el universo, un acontecimiento oscuro y desconocido sembró la semilla de la discordia. Esta fuerza oscura, ajena al amor que había dado origen a todo, creó a los jinetes del apocalipsis: Ira, Miedo y Culpa. Ira, el primero, emergió de la energía liberada por la colisión cataclísmica de dos estrellas masivas en un remoto rincón del espacio. Miedo surgió en las profundidades de un agujero negro supermasivo, donde las fuerzas gravitacionales distorsionan el espacio-tiempo, infundiendo temor en todos los seres que cruzaban su camino. Culpa tomó forma en el corazón de una nebulosa en la que nacían y morían estrellas, absorbiendo la energía de la redención y el remordimiento que permeaba el espacio interestelar. En medio

LA VIDA

  LA VIDA La vida, maestra de verdades profundas, es como un río que me arrastra con destreza, hasta que entiendo que el amor, la luz, son como estrellas que resplandecen en mi alma. Se ríe de mí, como el viento que acaricia con cariño y rigor, hasta que aprendo a reírme. También, suave como el murmullo de un arroyo, rompiéndome, quebrándome con fervor, hasta que la luz penetra, como el sol que ilumina mi mirada. Enfrenta rebeldes y control, sin tregua, hasta que suelto, dejo fluir como un río desbordado, repite mensajes, con fuerza y con duda, hasta que por fin, decido oír, como el eco que resuena en la montaña. Envía tormentas y rayos, con afán, buscando que despierte al fin, como el trueno que retumba en la noche, humilla, derrota, hasta que, sin vanidad, dejo que mi ego encuentre su fin, como la espuma que se disuelve en el mar. Niega bienes, grandeza, hasta que entiendo, que servir es más noble, más grande, mejor. Corta alas, poda raíces, hasta que comprendo, que volar desde mi se

Gracias

 En la vía, donde los motores rugen con emoción, se alzan los gaviones, como versos en una canción. Piedras con asimetría, como sílabas que riman, se unen con arte y precisión, en un trabajo que fascina. El albañil, poeta hábil, coloca cada piedra con esmero, buscando la armonía perfecta, como un verso sincero. El sonido de motores, estruendoso rugir en la vía, se mezcla con el sol cálido, en armonía. Las piedras, poesía en sí, de diferentes tamaños, se entrelazan con ritmo, creando paisajes extraños. La tierra húmeda, aroma fresco y terroso, y las plantas crecen alrededor, verdes y hermosas. El reflejo del sol en las piedras brilla con esplendor, creando paisajes firmes, con un encanto seductor. La luz dorada se filtra entre las piedras, con destellos, mientras las plantas danzan alrededor, como enredaderas en anhelos. El poeta y el albañil, en su labor meticulosa, crean belleza con precisión, en cada cosa. Así, la naturaleza se funde con la mano del hombre, y la bendición de Dios se

EL BAILE DE LOS NÚMEROS

Verso 1 Uno, dos, tres, cuentas conmigo, los números amigos, siempre están conmigo. Cuatro, cinco, seis, van de paseo, en el mundo mágico, donde todo es bueno. Coro Los números bailan, en una ronda sin fin, jugando y riendo, son un gran festín. Del uno al diez, vamos a contar, los números amigos, nos van a enseñar. Verso 2 Siete, ocho, nueve, en fila marchando, sumando y restando, van practicando. Diez es el número que cierra la fiesta, los números amigos, son nuestra gran orquesta. Coro Los números bailan, en una ronda sin fin, jugando y riendo, son un gran festín. Del uno al diez, vamos a contar, los números amigos, nos van a enseñar. Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares 

Versos Resilentes

VERSOS RESILIENTES  En el abismo de mi ser tembloroso, la fortaleza se esconde, asustada, y mi mundo se desmorona, doloroso, cual castillo de arena, desolada. El viento, un suspiro, me acaricia el rostro, susurra secretos ancestrales al oído, y en cada ráfaga, encuentro un rastro, de esperanza tejida con hilos de olvido. El pecho, un tambor, tucun tucun resuena, latido vibrante de angustia y pesar, mis piernas, débiles, vacilan, se desvelan, y mis manos tiemblan, sin poderse calmar. Mis ojos, cual faros perdidos en la niebla, ven la sombra del miedo, más se ciegan, y mis amígdalas, inflamadas, se rebelan, susurran ansiedades que mi mente no sosiegan. Aunque por fuera, mi cuerpo es roble erguido, internamente, el fragor de la tormenta, enfrento mis miedos, ocultos y escondidos, en un duelo eterno de lucha y afrenta. Soy un poema en versos de incertidumbre, donde la metáfora abraza mi desvelo, personifico al miedo, su rostro difumbe, y en cada palabra, mi alma encuentra consuelo. Mis lág