Soliloquio De Un País Enfermo
Soliloquio De Un País Enfermo En las sombras de un cuerpo que lucha, un cáncer crece, insidioso y voraz, gobierno que invade, asfixia y muerde, tejiendo su red en el alma fugaz. Como células que se multiplican, sus promesas son ecos, vacías de fe, en un laberinto de burocracia y miedo, donde el pueblo clama, sin saber qué hacer. Oh, remedio, ¿dónde estás oculto? La esperanza se asoma, tenue y sutil, un tratamiento que sane lo herido, que arranque de raíz este mal febril. La quimioterapia de la voz del pueblo, la unión, la lucha, el grito en la piel, en cada elección, en cada protesta, hay un antídoto, hay un amanecer. Pero el miedo persiste, sombra oscura, mientras el cáncer avanza, sin compasión, necesitamos coraje, un cambio profundo, un diagnóstico claro, una nueva razón. Así, en este cuerpo que es nuestra nación, despertemos juntos, seamos el remedio, que el gobierno no sea el cáncer que duele, sino el faro que guía, el puerto, el deseo. Sanemos las heridas, abracemos la vida, con