Madrugada en el Valle Herido.

Título: Madrugada en el Valle Herido. © 2025 [Norma Cecilia Acosta Manzanares]. Todos los derechos reservados. La montaña despierta su espalda verde, recoge la noche como un manto roto. Caracas abre los ojos lentamente mientras el sol derrama miel en los barrancos. Huele a guayaba y gasolina, a pan recién horneado en la esquina caliente, a tierra mojada que aún sueña con raíces bajo el asfalto agrietado de indiferencia. Los edificios —cicatrices verticales— reciben la luz con sus ventanas ciegas. Pero en una terraza, una abuela desentierra geranios rebeldes entre cables y quejas. El Ávila tiñe de violeta sus linderos, testigo de techos que ya no son rojos, de niños que suben colinas con uniformes como pequeñas banderas contra el olvido. Hay balas dormidas en la hierba húmeda, pero...