miércoles, 22 de noviembre de 2023

A CANSERBERO

 A Canserbero:


En un rincón oscuro, la verdad se esconde,

mataron al mensajero, pero su mensaje responde.

un cantante de rápido ritmo y palabras certeras,

silenciado por aquellos que temen sus verdades sinceras.


En sus versos incómodos, heridas se abrían,

pues la realidad dolía y a muchos sorprendía.

CAN, valiente en su voz, alzaba su canto,

denunciando injusticias con su valioso encanto.


La verdad no se calla, aunque el mensajero muera,

sus palabras perduran, despiertan y generan quimera,

porque en cada estrofa, la voz de CAN se alaba,

desnudando realidades que a otros les incomodaban.


En el eco de sus rimas, la valentía se eleva,

aquellos que temen, encuentran en él su prueba,

Porque la verdad es un eco que no se puede callar,

aunque aquellos poderosos quieran silenciar.


Mataron al mensajero, pero su mensaje persiste,

en cada corazón que escucha y asiste.

El antipoema resuena en la memoria colectiva,

la verdad siempre prevalece, aunque sea subversiva.


AUTORIA: NORMA CECILIA ACOSTA MANZANARES. 

CARACAS - VENEZUELA

sábado, 21 de octubre de 2023

Geografías de la Memoria y un Viaje de Cuatro Estaciones.

 

Hola queridos.


Antes de comenzar, quiero que cierren los ojos un momento. Solo un instante. No tengan miedo.


¿Ya? Ahora, viajen conmigo.


Era una niña. Una niña con dos colas de cabello sujetas con ligas que tenían unas pequeñas bambalinas color rosa. Llevaba un vestido de cuello redondo, con flores tejidas y un bordado de panal en el pecho. Abajo, un pantalón corto amarillo con rayas blancas y vivos blancos. Unos zapatos de goma y tela amarilla, con cordones blancos. Y estaba lista.


Bajé al jardín del edificio de enfrente. Había cayenas, rosas bebés amarillas, malojillos y otras peculiaridades de la naturaleza. Y allí, en medio de ese pequeño mundo verde y vibrante, mi mente recreaba e imaginaba mi propio espectáculo.


Esa niña soy yo. Esa niña es también, quizás, algo de ustedes.


No estamos aquí únicamente para escuchar poemas. Estamos aquí para recordar. Para permitir que, en el silencio entre una palabra y otra, se abra una grieta en el tiempo… y por ella se cuele el aroma del malojillo, el zumbido de un abejorro, el aleteo de una mariposa que creímos olvidada.


Los textos que compartiré con ustedes esta noche son mapas de esa geografía íntima. No hablan solo de la primavera: hablan de la memoria orgánica que la primavera despierta. Hablan del amor no como conquista, sino como polinización involuntaria. De lo que pudo ser y no fue… y de cómo esa sombra nos define más que la luz que sí alcanzamos.


Este ciclo se titula Geografías de la Memoria, y es un viaje de cuatro estaciones:


La Grieta en el Tiempo

La Polinización del Dicho

El Universo en Paréntesis

La Anatomía del Asombro


No les pido que los entiendan con la mente.

Les ruego que los sientan con la misma punzada con la que yo aún siento el elástico de aquellas ligas rosas en mi cabello.

Con ese peso,dulce y ominoso a la vez, de lo que se ama y ya no está, pero que persiste.


Los invito a que me acompañen.

A que respiremos juntos este aire cargado de polen,de tiempo y de la imborrable fragancia de lo que una vez fuimos.


Comenzamos.


---


I. La Grieta en el Tiempo.


La primavera no llega: se incrusta.

Una grieta verde en la costra del tiempo,

y en el pecho,un latido antiguo se extravía.

Es el organismo del mundo desbordándose en una sola humedad.

Todo es savia y memoria.

Y de pronto,el camino se bifurca:

no es el sendero de tierra hacia la casa,

sino la huella de un ala,

un fragor amarillo que danzaba sobre el malojillo.

(La niña que fui,quieta, con el universo suspendido en la pupila).

Ese fue el mapa verdadero,el hechizo primal:

la mariposa colorada y la amarilla,

tejiendo el aire en una danza sin promesa,

puro instante,puro gozo sin testigo.

¿Acaso no era eso el amor en su estado salvaje?

Antes de que la palabra lo nombrara y lo cazara.


---


II. La Polinización del Dicho.


La mariposa es un corazón con alas.

Bebe el temblor de las flores,lo transmuta en vuelo,

y en ese ir y venir,sin querer, fecunda el mundo.

He aquí la paradoja orgánica:

su belleza es un accidente necesario para la continuidad.

Amar es también eso:

ser vehículo involuntario de algo más grande que uno.

Dejar una parte de polen dorado en otro,

y llevarse,para siempre, la mancha de un color ajeno.

¿O fue al revés?

¿Fuimos nosotros el jardín que ellas polinizaron con nostalgia?

Ahora,en esta primavera de adulto,

busco en cada aleteo esa verdad efímera.

No la encuentro.

Solo el suspenso de lo que pudo ser y no fue,

un fruto que nunca cuajó en la rama.

Y el zumbido de lo que queda por venir.


---


III. El Universo en Paréntesis


(Y en el intermedio de este respirar,

un universo paralelo se entreabre:

¿Y si en vez de observar,hubiese volado?

¿Si esa niña,en un acto de fe, hubiese perseguido

el zigzag de las alas coloradas hacia el cerro?

No este yo,aquí, de pie, midiendo la distancia con razón.

Sino otro yo,hecho de viento y sol,

con el rastro de polen en la mejilla.

Un amor que no conquista,porque es libre.

Un recuerdo que no duele,porque se vive siempre por primera vez.

El paréntesis se cierra.

Solo fue un segundo.

El aroma de un cafeto en flor lo desató,

y el rumor de un abejorro lo selló con su eco.)


---


IV. La Anatomía del Asombro


No es que las mariposas hayan cambiado.

Son las mismas.Las de alas de terciopelo amarillo,

las coloradas como heridas abiertas en el aire.

Somos nosotros los que evolucionamos hacia atrás,

hacia la simpleza del asombro.

La primavera humanizada no es una metáfora:

es el cuerpo que,al fin, se recuerda parte del jardín.

Es el amor que deja de ser conquista

para ser complicidad con la luz.

No te conquisto.

Te recuerdo.

Como se recuerda el olor a tierra mojada después del aguacero.

Como se recuerda el trazo de aquel primer vuelo.

Y en ese recordar,que es un acto de amor orgánico,

nos volvemos,por fin, el mejor poema:

uno que no se escribe,se vive.

Uno que cualquier niña,en cualquier abril del mundo,

observaría en silencio,sintiendo el ominoso y dulce peso del tiempo.


---


Comentario de la autora:


Estos poemas no me pertenecen ya.

Los escribí con la tierra de mis propias grietas,

con el polen de una nostalgia que no me soltaba,

pero ahora son de ustedes.


Cada vez que alguien lee "La Grieta en el Tiempo"

y recuerda su propia mariposa amarilla,

el poema se vuelve verdad de nuevo.

Cada vez que alguien siente el"ominoso y dulce peso del tiempo",

la paradoja se hace carne en otro cuerpo.


Este ciclo—Geografías de la Memoria—

no es un recorrido por mi pasado,

sino un espejo puesto frente a los nuestros.

¿Quién no ha mirado atrás y ha visto

ese instante en que todo pudo ser distinto?

¿Quién no ha sentido que el amor,

en su estado más puro,

es más cercano al vuelo de un insecto que a una promesa?


Yo solo armé las palabras

como quien junta pedazos de un mapa quemado.

Ustedes son quienes lo recorren

y le devuelven el sentido.


Queden, pues, con estas geografías.

Guarden estos versos donde guardan lo que no se dice,

pero se siente:

en el pliegue del alma donde duele y enamora a la vez.


Gracias por leer no solo lo que escribí,

sino lo que callé entre línea y línea.

El verdadero poema—ya lo saben—

siempre ocurre en la respiración de quien lo recibe.


— Con complicidad y gratitud,

La autora, Norma Cecilia Acosta Manzanares.

Caracas, 21 de octubre de 2023.




jueves, 19 de octubre de 2023

LA SOMBRA DE LA GUERRA

Había una vez un niño llamado Miguel, cuyos ojos brillaban con la curiosidad y la alegría de vivir en una pequeña aldea en medio de la exuberante selva. Desde temprana edad, Miguel había aprendido a amar la naturaleza y encontraba su mayor felicidad explorando el bosque y jugando con sus amigos. Cada día, se aventuraba entre los árboles, maravillándose con los colores vibrantes de las flores y los cantos melodiosos de los pájaros.
Un día soleado, mientras se encontraba sumergido en una emocionante partida de escondite con sus amigos, un estruendo ensordecedor resonó en el aire. El corazón de Miguel se aceleró y un escalofrío recorrió su espalda. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia la ventana de su humilde casa y se asomó con temor. Sus ojos se abrieron desmesuradamente al contemplar una gran explosión en la distancia. El horizonte se iluminó con un resplandor naranja y el estruendo sacudió las ventanas de su hogar, dejando escapar un gemido lastimero.
La habitación de Miguel, antes un refugio tranquilo, ahora estaba en completo desorden. Los libros y papeles que solían adornar su escritorio yacían esparcidos por el suelo. La ventana se encontraba rota y las cortinas, rasgadas, dejaban pasar la brisa cálida de la tarde. Miguel comprendió con tristeza que la explosión había alcanzado su hogar, como una sombra siniestra que se adueñaba de su paz.
A medida que los días se sucedieron, Miguel buscó respuestas y descubrió que aquella explosión era el resultado de una cruel guerra entre dos países vecinos. Las noticias eran desoladoras: muchas personas habían perdido la vida, otras habían resultado heridas y numerosas familias habían sido desplazadas de sus hogares. El dolor y la angustia se extendían como una sombra oscura sobre la selva que Miguel amaba tanto.
La tristeza y la indignación se apoderaron del corazón de Miguel mientras contemplaba cómo la violencia había afectado a tantas personas inocentes. En las noches, mientas el cielo estrellado se alzaba sobre él, Miguel reflexionaba sobre el sufrimiento que la guerra había infligido a su aldea y a otros lugares lejanos. No podía quedarse de brazos cruzados, sintiendo impotencia. Decidió que, a su manera, haría la diferencia.
Despertó cada mañana con determinación en sus ojos y una sonrisa en los labios. Buscó formas de ayudar a su comunidad, recolectando alimentos y ropa para aquellos que habían perdido todo. Organizó actividades divertidas y creativas para los niños de la aldea, tratando de traer un rayo de esperanza en medio de la oscuridad. Además, compartió con ellos la importancia de la paz y el respeto, hablando desde su corazón y transmitiendo un mensaje de unidad y compasión.
El espíritu de Miguel se convirtió en una chispa de inspiración para aquellos que lo rodeaban. Poco a poco, la aldea comenzó a sanar, a levantarse ante la adversidad y a cultivar un sentimiento de solidaridad que trascendía las fronteras de la selva. Aunque el camino hacia la paz era largo y arduo, Miguel sabía que su pequeña aldea podía ser un ejemplo para el mundo.
La moraleja de esta historia resonaba en cada rincón de la selva: la violencia y la guerra tienen un impacto devastador en los niños y en su entorno. Los niños, seres inocentes y vulnerables, merecen vivir en un mundo lleno de amor y comprensión, donde sus risas no sean silenciadas por el estruendo de la destrucción. Miguel nos recordó que cada uno de nosotros tiene el poder de generar un cambio positivo, de sembrar semillas de paz y de proteger a los más vulnerables en nuestra sociedad.
Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares 
Caracas-Venezuela.

domingo, 15 de octubre de 2023

LA CHICA DEL ZAPATO ESCARLATA

 En un rincón de la biblioteca, Indira encontró un libro abandonado que entre sus páginas amarillentas guardaban una foto, era una hermosa mujer con zapato escarlata. Ella quedó fascinada y regresó con su propio zapato de esa tonalidad. Sueños y amores olvidados le rodean. ¿Quién era la chica de la foto? ¿Qué le sucedió? La biblioteca e Indira se entrelazaron y se transformaron en una única historia. Ella ahora se convirtió en un libro olvidado con una foto monocromática. Las respuestas escapan. El destino la consume entre susurros de páginas, Indira desaparece, convertida en un epitafio en papel.


Microrelato 

Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares 

Caracas-Venezuela.

Peor que La Guerra Es La Falsa Paz.



Peor que La Guerra Es La Falsa Paz.


En la paz mutilada, la indolencia se oculta,

¡Menudo chiste! ¿La guerra opuesta? ¡La apatía!

Un remedio falso, que no responde ni insulta,

¡Vaya timo! Falsa alegría, pura porquería.


La paz defectuosa, cual serpiente traicionera,

¡Ja! Espera agazapada, siempre dispuesta a morder,

Te duermes confiado, sin saber lo que te espera,

¡Zas! ¡Te clava el colmillo! Sin avisar, sin ceder.


Dicen que la paz es flotar en aguas tranquilas,

¡Qué mentira! La corriente es turbulenta y desquicia,

Conflictos y desigualdades, ¡vaya maravilla!,

Una farsa engañosa, que nos joroba y nos fastidia.


Rompe la indiferencia, desafía la omisión,

La paz es más que una noción, más que ausencia,

¡Vamos! Luchemos por justicia y construcción,

Un mundo donde reine igualdad y presencia.


En este lío enredado, no hay que ser ingenuos,

La comunidad internacional, ¡qué espectáculo!,

Promesas vacías, pura fachada y embuste,

¡Qué show más absurdo! Un circo sin sentido.


Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares 

Caracas-Venezuela.

sábado, 7 de octubre de 2023

TOS

 

TOS


En el invierno lluvioso, la tos me abraza y empapa,

es una canción desafinada y mi tristeza atrapa.

La tos, remolino de sonidos que desencadena,

inclemente compañera, sin tregua me atormenta.


Cada carraspera desvanece mi voz, dolor sin tregua,

Pero en ella encuentro poesía, mi alma se enternece.

La tos es música, un golpe roto que me desvía,

estornudo y carraspera brotan con melodía.


Seca o húmeda, recuerda la complicada vida,

destella la euforia, matices compartidos.

Acepto la tos, parte inseparable de mi voz,

en cada esputo hallo creatividad con fervor.


Por eso estoy, tosiendo antipoesia, garganta en disonancia,

se trata del espectro de la creación de su asimetría,

Como un oso invernal que ruge en el viento,

sonido torrente, despierta las almas, al violento reto de silencio.


Plasmarlos me relaja y me hace sentir viva,

remedios para la tos, bálsamo de voz, alivio motivador.

Toser parece una lluvia de piedras en el tejado,

mi cuerpo parte del origen de los versos sueltos.


Lamentos de aves heridas, buscando redención,

en esputos, palabras hojas secas, emoción.

La tos, un eco del pasado de las voces olvidadas,

mar embravecido plasmados en cada estocada.


Entre tos, el débil nervio de mi esperanza,

la poesía nace de las fisuras del alma, hay fuerza y templanza.

Tose el látigo que castiga lo que no quiero escuchar,

el alma pide a gritos lo que el espíritu ciego no puede reprimir.


Mi tos, alquimia transformadora en versos de poesía,

en cada instante encuentro el ritmo en la melancolía.

Expresiones y comparaciones, mi voz desafía la tristeza,

tos frágil, en memoria de quien la oye, belleza.


Autoría: Norma CECILIA Acosta Manzanares.

Caracas-Venezuela.

domingo, 1 de octubre de 2023

MI YO POÉTICO

 MI YO POÉTICO.


Entre mis manos sostengo una pluma encendida,

que en cada palabra escribo mis vivencias,

versos profundos, sinceros y llenos de vida,

que en el papel se vuelven experiencias.


Mi ser poético se une con la tinta,

entrelazando los versos con sentimientos,

cada estrofa es un suspiro que palpita,

dejando en cada línea mis pensamientos.


Las metáforas bailan en lenguaje sutil,

las palabras hablan en un susurro callado,

el poema se convierte en un río versátil,

donde las emociones fluyen desatadas.


Como un mapa, mis versos son travesías,

que exploran el laberinto de mis días,

con cada estrofa, una nueva melodía,

y en cada verso, una historia se guía.


El papel se convierte en un campo de batalla,

donde las emociones luchan y se libran,

cada palabra es una caricia que estalla,

y el poema se convierte en lucha y epopeya.


En cada verso, un suspiro se despliega,

cada palabra es una emoción en ascuas,

un viaje sensorial que el alma entrega,

donde la imaginación no tiene excusas.


Entre mis manos, un poema se dibuja,

un horizonte nuevo que se crea,

y en cada estrofa, un universo se construye,

con metáforas audaces y nuevas ideas.


Así, el poema se eleva en el papel,

convertido en una obra transformadora,

donde el yo poético se hace presente,

y el arte deja una huella salvadora.


Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares 

Caracas-Venezuela.

viernes, 29 de septiembre de 2023

Canción La Araña y el Grillo

 La Araña y el Grillo


(Verso 1)
La araña sube, sube, sube,
tejiendo su tela sin parar.
El grillo salta, salta, salta,
cantando con su alegre compás.

(Coro)
La araña y el grillo, juntos están,
en el jardín van a jugar.
Con hilos de seda y música en su andar,
una amistad linda van a formar.

(Verso 2)
La araña teje, teje, teje,
una red para todos atrapar.
El grillo canta, canta, canta,
su melodía llena el lugar.

(Coro)
La araña y el grillo, juntos están,
en el jardín van a jugar.
Con hilos de seda y música en su andar,
una amistad linda van a formar.

(Puente)
La naturaleza nos enseña
que todos podemos convivir.
Con respeto y alegría,
un mundo mejor podemos construir.

(Coro)
La araña y el grillo, juntos están,
en el jardín van a jugar.
Con hilos de seda y música en su andar,
una amistad linda van a formar.


Auditoria: Norma Cecilia Acosta Manzanares
Caracas-Venezuela. 

jueves, 21 de septiembre de 2023

LA TRANSFORMACIÓN DE SILENCIOVILLA

 



EL SILENCIO QUE TRANSFORMÓ A SILENCIOVILLA.


En un rincón olvidado del mundo existía un pequeño pueblo llamado Silenciovilla, cuyo bullicio y alboroto nunca cesaban, sumergiendo a sus habitantes en un mar de ruido incesante. Las palabras flotaban en el aire, entre metiéndose una tras otra, cada una más banal que la anterior, formando un enmarañado laberinto de sonidos.


Sin embargo, en medio de ese caos, surgía una figura singular: Jesús, un hombre sabio y reservado que comprendía el poder del silencio en un mundo ensordecedor. A diferencia de los demás habitantes, él no buscaba participar en conversaciones triviales y chismes sin importancia.


La fama de Jesús se extendía más allá de Silenciovilla, susurrándose historias sobre su enigmática sabiduría. Se decía que podía escuchar los susurros del viento y que sus ojos, llenos de misterio, eran capaces de ver más allá de las palabras. La curiosidad y la fascinación se apoderaron de todos aquellos que oían hablar de él.


Jesús había descubierto el valor del silencio como una forma de observar el mundo que lo rodeaba. Con sus profundos ojos, escudriñaba atentamente cada sonido y cada palabra que evitaba expresar. Así, pasaba sus días recorriendo el pueblo, con una mirada serena y una boca cerrada, mientras todos los demás continuaban parloteando sin descanso.


Con el paso del tiempo, algo extraño comenzó a suceder en Silenciovilla. Las palabras de los habitantes perdieron su esencia, sus conversaciones se volvieron vacías y desprovistas de sentido. Paradójicamente, nadie parecía darse cuenta de la decadencia de sus diálogos, ya que estaban atrapados en su inacabable charla.


Por su parte, Jesús se convirtió en una figura enigmática y respetada. Su aura de sabiduría y serenidad lo envolvía como un manto invisible. Las personas, cautivadas por su presencia magnética, acudían a él en busca de consejo, anhelando escapar de la monotonía y trivialidades a las que estaban acostumbradas.


Fue en ese preciso momento cuando Jesús decidió compartir con el pueblo su mayor enseñanza: "Cállense", susurró con una voz suave pero cargada de autoridad. Esa palabra resonó en los corazones de cada habitante, interrumpiendo el constante parloteo que los envolvía.


El mensaje de Jesús se propagó por el pueblo como un eco que despertaba la conciencia de todos. Poco a poco, las conversaciones superficiales dieron paso a diálogos enriquecedores, cargados de significado y profundidad. Silenciovilla se transformó en un lugar donde las palabras eran cuidadosamente elegidas, donde el silencio se valoraba como un tesoro y donde cada interacción se convertía en una oportunidad para aprender y crecer.


Y así, en medio del silencio, el pueblo encontró una nueva forma de comunicarse y de conectarse entre sí. Silenciovilla se convirtió en un refugio para aquellos que anhelaban la paz y la autenticidad, un lugar donde el ruido daba paso a la sabiduría y donde cada palabra pronunciada tenía un propósito y un significado profundo. Desde entonces, la leyenda de Jesús y el poder del silencio se extendió más allá de las fronteras de Silenciovilla, inspirando a otros a encontrar la calma en un mundo ruidoso y caótico.



Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares 

Caracas- Venezuela.




sábado, 16 de septiembre de 2023

EN LO BLANCO Y NEGRO HAY UN ARCOÍRIS

 EN LO BLANCO Y NEGRO HAY UN ARCOÍRIS 


Érase una vez, en un bosque encantado lleno de árboles altos y frondosos, vivían un pájaro llamado Guacamaya, dos insectos llamados Oruga y Mariposa también su querido amigo Arcoíris. Cada uno de ellos era especial a su manera y juntos formaban un equipo inseparable.


Guacamaya era un pájaro de colores brillantes y llamativos, que podía volar tan alto como las nubes. Emitía un sonido único y melodioso "Gua-gua-guacamaya", que traía alegría a todos los seres del bosque. Con su plumaje multicolor y su actitud amigable, era un pájaro muy querido por todos.


Oruga, por otro lado, era un insecto pequeño que siempre estaba ocupado masticando hojas. Hacía un sonido suave y repetitivo con su boca mientras comía "Ñam- ñam" Se dedicaba a comer y crecer, soñando con transformarse algún día en una hermosa mariposa como su amiga.


Y hablando de mariposa, ella era la más hermosa de todo el bosque y desde que nació siempre buscaba nuevos colores para su vida. Su nombre era Mariposa y hacía un sonido suave y delicado con sus alas al aletear "Fshh-fshh". Volaba de flor en flor esparciendo polen y alegría a su paso. Siempre buscaba aventuras y prometía que algún día volaría tan lejos como el arcoíris.


Ahora, Arcoíris era el personaje más singular de todos. No era un pájaro en sí, sino un misterioso espíritu alado que adornaba al cielo con sus hermosos colores. Realizaba un sonido mágico y resonante mientras se movía por el bosque "Shu-shu-shu". Siempre aparecía después de la lluvia, pintando el cielo de un arco iris vibrante y lleno de vida.


Un día, mientras Guacamaya, Oruga y Mariposa exploraban el bosque, se encontraron con un problema. Había una densa niebla blanca que envolvía el bosque, haciendo que los colores desaparecieran por completo,  no podían ver ni moverse correctamente y esa tristeza llegó a sus corazones.


Entonces, nuestros valientes amigos decidieron unir fuerzas y encontrar una solución. Guacamaya utilizó su canto melodioso y repetitivo para enviar un mensaje a través del bosque, esperando que alguien les pudiera ayudar "Gua-gua- guacamaya, ayudaaa".


De repente, escucharon una voz familiar que provenía de lo más profundo del bosque. Era Arcoíris, acudiendo a su llamado. Arcoíris les propuso una solución creativa y mágica.


Él los conduciría con su voz mágica haciendo "Shu-shu", para encontrar la cueva de la Imaginación, donde podrían recuperar los colores. Los tres amigos saltaron de alegría al escuchar esta noticia. Con ayuda de Guacamaya se posaron en sus patas y juntos, volaron bajo la guía de Arcoíris hacia la cueva.


En la Cueva de la Imaginación, encontraron hermosos pinceles y pinturas de todos los colores posibles. Con mucho cuidado y entusiasmo, cada uno tomó su pincel y se sumergió en las pinturas. Guacamaya usó colores rojos y amarillos para pintar una puesta de sol brillante, mientras Oruga se transformó en una mariposa volando con colores vibrantes.


Mariposa creó hermosas flores de todos los colores del arco iris y Arcoíris utilizando sus poderes mágicos mezcló todos los colores juntos "Rojo, azul, verde, naranja, púrpura, amarillo, rosa...¡Todos los colores se mezclan!". Y así, el blanco de la niebla desapareció y el bosque volvió a ser un lugar lleno de vida, risas y colores.


A partir de aquel día aprendieron que el blanco y el negro son solo el comienzo, y que en el mundo hay un arcoíris de colores y sonidos por descubrir. Juntos, siguieron explorando y compartiendo su alegría con todos los seres del bosque, volando alto y dejando su huella mágica en cada uno de ellos.


Y así, la historia de estos maravillosos amigos continúa en el corazón de aquellos que escuchan, llenando de magia e inspiración el mundo que les rodea.


Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares 



viernes, 8 de septiembre de 2023

Ensayo sobre: La amistad con derecho a la intimidad.

 

La amistad con derecho a la intimidad es un concepto que ha sido objeto de diferentes opiniones y debates a lo largo de los años. Desde el inicio, es importante definir claramente este tipo de relación, que implica una conexión emocional profunda⁸ y la posibilidad de disfrutar de una intimidad física sin estar involucrados en una relación romántica o comprometida. Sin embargo, es necesario considerar que las opiniones y actitudes hacia este concepto pueden variar significativamente debido a las diferencias culturales y religiosas.


Por un lado, quienes defienden la amistad con derecho a la intimidad argumentan que esta forma de relación puede ser muy satisfactoria y enriquecedora para ambas partes involucradas. Al no existir la presión de un compromiso formal, ambas personas pueden disfrutar de la compañía del otro sin tener que preocuparse por las expectativas y demandas propias de una relación amorosa. Esto permite que la amistad se enfoque en el disfrute mutuo, la diversión y la conexión emocional, sin tener que lidiar con las complicaciones y desafíos propios de las relaciones románticas.


Sin embargo, es importante reconocer que las opiniones sobre la amistad con derecho a la intimidad pueden variar según las creencias religiosas y culturales. Algunas religiones pueden considerar que el contacto físico o la intimidad fuera del matrimonio es inapropiado o pecaminoso. Estas perspectivas religiosas pueden influir en la forma en que se percibe y se juzga la amistad con derecho a la intimidad. Para algunas personas, la moralidad y las enseñanzas religiosas pueden ser factores determinantes en su visión de este tipo de relación, lo que puede generar desaprobación o rechazo.


Además, las diferencias culturales también pueden influir en las actitudes hacia la amistad con derecho a la intimidad. Algunas culturas pueden ser más conservadoras en cuanto a las relaciones interpersonales y pueden tener normas sociales más estrictas en lo que respecta a la intimidad física fuera del matrimonio. Estas diferencias culturales pueden llevar a una variedad de actitudes y opiniones sobre la amistad con derecho a la intimidad, que van desde la aceptación hasta la desaprobación.


En conclusión, la amistad con derecho a la intimidad es una forma de relación que ha generado diferentes opiniones y debates a lo largo del tiempo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las opiniones y actitudes hacia este concepto pueden variar significativamente debido a las diferencias culturales y religiosas. Mientras algunos defienden su validez y beneficios, otros pueden desaprobarla basándose en creencias religiosas o normas culturales más rígidas. Es fundamental reconocer y respetar estas diferencias, fomentando el diálogo y la comprensión mutua en lugar de imponer juicios o estereotipos infundados. Mediante una mayor apertura y comprensión, podemos enriquecer nuestra perspectiva sobre la amistad con derecho a la intimidad y fomentar una discusión más constructiva en torno a este tema.

20 Formas de Amar y una Mosca Zumbando.

  La Necesidad de Nombrar lo que Queda. Este compendio de poemas no es un libro sobre el amor. Es una revisión honesta y cruda de lo que que...