Yo Despierto
Yo Despierto
Es difícil despertar sereno,
cuando en mi frente reposa la tierra,
mi anhelo, y como escudo firme,
la verdad que brilla más que el oro.
En el Catatumbo, los rayos me susurran,
la Amazona revela secretos antiguos,
y el Salto Ángel, en su descenso,
me recuerda que la belleza es lucha.
Soy eco en los tepuyes altivos,
guardianes de historias que el viento acuna,
mientras el agua fluye,
purificando las mentiras que intentan sofocar la vida.
El fuego y el agua, inseparables,
su esencia como el abrazo de un nuevo día,
donde pasión y pureza se funden,
y la mentira se desvanece ante los hijos de Dios.
El Ávila se alza, firme y verdadero,
testigo de lo fugaz y eterno,
mientras el mono salta entre las ramas,
seducido por la dulce ilusión del instante.
Pero yo, en mi despertar,
siento la fuerza de la esperanza,
una voz que resuena en cada latido,
un llamado a romper cadenas y abrazar la luz.
En este rincón donde el fuego y el agua danzan,
la verdad brota, indomable y pura,
pues en mi pecho, en cada mirada,
late un mundo que nunca se rinde.
Así, en mi despertar,
me convierto en eco de lo que fue,
y en la lucha por lo que debe ser,
pues la vida, valiente, siempre avanza.
En este despertar, abrazo el eco del mañana,
donde la vida florece en cada aliento que respiro.
Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.
Caracas-Venezuela.
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