martes, 26 de agosto de 2014

A Carlos Juliá Braun



La poetisa Norma Cecilia ha recibido el libro LOS SIETE SONETOS PIADOSOS de nuestro distinguido reverendo Carlos Juliá Braun por su bucólica sustancia que ha vertido con suma finura a su feligresa, No obstante e irremediablemente ella se ha envuelto en algunos bocadillos concupiscibles que deliciosamente ha catado de los cántaros vertidos por su reverendo que la ha impulsado a sumergirla en el extenso baño de la cinosura haciéndola sentir en estado de lactancia ante la insaciable avidez de su poesía:

Cuando mi boca palpa con provecho,
por las trabazones inconfundibles
de tus sonetos, con ganas estrecho,
cato los bocados con cupiscibles. 


Cuan deseo memorial has creado
que valiese alcanzar el intelecto
como líquido que me ha penetrado,
y con tu demasías yo me inyecto.


A nacido la codicia al leerte,
pues, te advierto que, no puedo negarlo;
mi apetito se abre más al quererte. 


Sé que he pecado, no puedo callarlo,
reverendo, me he hinchado al leerte,
sólo me queda ante ti confesarlo.


Con amor y gratitud
Para Carlos Juliá Braun

Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.
CARACAS-VENEZUELA.

sábado, 9 de agosto de 2014

POLEN


Inmersa a su voz percibo los cantos
con las musas de polen bailadoras,
que me exfolian con ganas tentadoras
¡Vendaval sin brújula en mis encantos!

Me sumo a este volante de rimas
que se van tendiendo en toda mi piel,
ese polvo de mar con aroma fiel
A salitre intenso que no escatimas.

Dilatadas partículas de versos
que se desbordan en mis senos tersos,
orlados con sublimes azulejos.

Guarecida expansión con sus reflejos
de sudores que cultivan mi mente
¡Cual flor del retrato reminiscente!

 AUTOR: NORMA C. ACOSTA M.
CARACAS - VENEZUELA
09 - 08 - 14





miércoles, 6 de agosto de 2014

NO INTENTO TU AMOR

NO INTENTO TU AMOR 


No busco tu amor

como olas de yeguas bravías

que agitan la marea,

y chocan con furor

entre las rocas frías.


No anhelo tu amor

en este mar de olvido,

que azota mi sombra

como un destino perdido,

borrado en la hierba.

¡Salitre y rumor!


No intentes, espuma de sal,

con tu gracia fluida,

un soplo sin rumbo,

callar los blancos versos,

con algas de lo profundo.

¡Luz y color!

ante las miradas silentes

de ensayos y comienzos.


¡No anhelo tu amor!

me entrego a tus labios

de gran dulzura,

renovando mis latidos

con tus blancos versos,

hasta que la luna brilla en mi pecho,

fiera pasión de tus besos,

revelación sin olvido,

sin saber nada,

me haces ser todo,

el fulgor de tu amor...


Autora: Norma Cecilia Acosta Manzanares.

Caracas - Venezuela.



domingo, 3 de agosto de 2014

Grietas de mi Patria

Grietas De Mi Patria.

Prosa Poética.

Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.

Caracas, agosto de 2014.

La tristeza se funde en mis huesos que sienten las ruinas. La alegría de mis pensares muere sin haber nacido. El crujir de los huesos por mi bandera, al ver cómo se le han caído las estrellas, cada esperanza de mi joven nación que por libertad lucha. El flagelo se convierte en mi sombra, acrecentado por la luz del faro misterioso e inerte, que, aunque brilla, no guía, perdido en su propio laberinto, colgante entre el perchero de la noche.

Mi voz se vierte en el lamento con las arenas del tiempo. Vagan aquellas voces febriles de amor. La veo alejándose en aquel barco con tumbos, como una vez sentía la esperanza, su acercamiento en aquel muelle de ilusiones, que se ha convertido en un muelle en el abismo, donde las olas golpean con furia las maderas podridas y el eco de los sueños rotos resuena en la oscuridad. Un lugar donde la luz nunca llega y la desesperanza reina.

Ahora solo aparecen barcos llenos de silencio. En medio de la pesadez del mar, mi rostro se cubre con el tul de la noche como bálsamo de la muerte, mientras que el sereno ondea mi bandera y mi patria aún se resquebraja. Sus tierras se parten como cristal bajo el peso de la injusticia. Las grietas se extienden por los campos y ciudades, donde antes florecía la esperanza, ahora solo hay desolación. El clamor de su gente se pierde en el viento, sus voces ahogadas por el eco de la opresión, y cada día, un pedazo más de su alma se desvanece, como hojas secas arrastradas por la tormenta de la indiferencia.







viernes, 11 de julio de 2014

SEXTINA CONMOVIDA

Por mucho, se han desmayado mis ojos, 
la tristeza me ha turbado este día,        
y se fundamenta en la ávida noche   
de plata y azahares en su altura:              
Es el éter cambiante del camino,      
es el hogar de mi alma conmovida.  

Escribirte con mi alma conmovida   
es liberar el dolor de mis ojos,      
se van aligerando en el camino
con la tentativa del día a día:   
Observo los cocuyos de la altura      
!no me vaciles, ojos de la noche!

Llorar la villanía de la noche,   
mi alma se representa conmovida
como sonoro temblor de la altura: 
Entre palcos y persianas mis ojos,
embrujados por ti desde ese día, 
mis espigas gimen en el camino.

Con la lluvia que anda por el camino, 
me fui colando con su fría noche, 
perdiendo la risa y perdiendo el día,
como espiga arrasada y conmovida:
El silencio circundaba mis ojos 
que toscos no veían con altura. 

! Lánzame la flecha con gran altura 
y que el verso se temple en el camino!
! Has nacer los óctuples en mis ojos 
y quítame el antifaz de la noche! 
¡Ay me declaro mujer conmovida,
dame el remedio, poema del día!   

Con mi corazón roto en este día, 
Te entrego estas estrofas con altura,
Son gramos de afonía conmovida:
Píldoras para aguantar el camino
y para lograr dormir en la noche, 
¡El amanecer me arrojó a tus ojos!

¡Más tú, me has llamado ayer por la noche!
 Y el silencio admite tu conmovida
¡Más me templo con el verso este día!
Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.
Caracas, 10 -07 -2014

lunes, 23 de junio de 2014

AMOR DESLEAL

Por tu desleal amor,
ni llorando se me olvida,
con el continuo clamor,
solo ahogaré mi vida.

En las noches de ironía,
cuando sabes que está ausente,
viviré con la agonía,
al dejarlo aquí en mi mente.

Con tu falsía alimentas,
la crueldad que va matando,
mi amor por ti me hace daño.

Mi alma seguirá glissando,
con las agudas tormentas,
por lo grave de tu engaño.

Norma Cecilia Acosta Manzanares.
Caracas - Venezuela

HUYO DE TI.







Me estiro buscando lo saludable,
respiro hasta lograr oxigenarme,
trotando y corriendo, más que agotarme,
siento dolor muscular, lamentable.

Mitigando el clamor de tus recuerdos
que me aprisionan, espina en mi pecho,
lloro, corro, huyo de ti ¿qué me has hecho?
el abdomen se flama, siento miedo.

Mi cuerpo me grita ¡tenga piedad!
se irrita la garganta ¡zona roja!
se dispara el dolor con las palabras.


Mi piel suda toda tu suciedad
¡corre lagrimas que la piel me labras!
me estiro, respiro, huyo ¡pasa la hoja!
Mi esencia se funde con la maquina
siento sus latigazos en los músculos
me hago su esclava, depresión y ruina,
sujetando en fríos tubos, mis rótulos.

Mis poros sudan la pena del alma,
es la prisionera de mis pellejos
huyo de ti y no consigo la calma
y mis pasos van como los cangrejos.

Me hago fusión con la fría maquina
y pienso en el honor que me ofreciste,
hoy se han hecho yagas vivas, mentiste.

Ahora huyo porque el amor no existe,
y correr será mi única insulina
hasta que mueras en esta rutina.

Norma Cecilia Acosta Manzanares.
Caracas - Venezuela
DERECHOS RESERVADOS 

sábado, 7 de junio de 2014

ASESINATO DE UN AMOR

ASESINATO DE UN AMOR

Se agrieta mi cielo, saturando mis venas; mi llanto graniza el aliento profano, y sin límites has desgarrado este pecho que te amaba. Asesinato de un amor, apunta tu lengua diestra. Ya este corazón no late... Bala mortífera, veneno, hiedra, que hieren mi alma. ¡Yo sólo te adoraba! Me decías: "Te amo, esposa mía". ¡Ay, cuánto yo anhelaba tus noches sin luna! Con amor yo te dibujaba, y en las mañanas tú me sorprendías. Yo veía la aurora en tu poesía... Yo te elevaba en el poema que nadie te escribía, y con los azulejos, a ti, te coronaba: El cielo de amor me sublima, el viento en mis días, la gaviota vuela, vuela engrandecida, planeando entre espumas, haciéndome soñar con tus caricias, y tantos besos te di... Ahora has inmolado mis labios. ¡Oh, amor, dolor que aún siento! Eres feliz con el mal ajeno, has acabado con el más puro sentimiento... ¡Oh, ciega de amor, no advertía! Ese gruñido de tu talante, el descarado que iba por delante, me causaba escalofríos... Aunque me advirtieron tus otras víctimas, yo, aún así, no quise ver... ¡Apunta bien, cazador! Has roto mi pecho, me has humillado con tesón, y me has puesto entre tus trofeos... No lo olvides, agita bien esa prenda, y ve por tu otra conquista... ¡Yo sólo te amaba! Y tú me mataste, sólo por codicia... Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares. Caracas, Venezuela.



domingo, 11 de mayo de 2014

TUS OJOS

A: Norma Coromoto Manzanares de Acosta (Mi Madre)

Cuentan tus ojos almendrados
de dulces o amargas castañas
se airean entre tus pestañas,
con los octubres respirados:
¡Serán códigos descifrados   -
el trajinar de tu mirada!
dices todo sin dejar nada
y con tan solo en un segundo,
sus ojos dominan mi mundo
con su mágica ojeada…
¡Madremía, esa es tu mirada  -
con la que curas mis enojos!
son la gragea de tus ojos
por la cual yo sigo avivada:
Cuando me echas esa ojeada
y con el rabillo me quema,
¡por el rechinar mi dilema      -
se colerizan tus castañas!
y con tus ojos me regañas
dando aviso a las zampadas.
A veces, visas con paciencia
salvándome de la jactancia,
con vivacidad me consuelas
y con amor tú me nivelas.
¿Quién por luces de la insistencia -
reflexiona con tu mirada?
son tus ojos mi albor del hada,
sensibles, amargas, certeras,
quien orbitan en mis quimeras
el andar de tu mirada…
Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares
Caracas, 11 de Mayo del 2014

sábado, 10 de mayo de 2014

UNA ROSA ENTRE LOS AZULEJOS


A la memoria de mi abuela madre,  Rosa Maria Palomares


Con su delicado pétalo me arrullaba,
El viento me cantaba y ella sonreía,
El cántaro a sus recuerdos la dibujaba,
Era bella la Rosa que siempre veía.

La maja Rosa al epitafio embellecía,
Arriba en la guata de aquel vergel se hallaba,
Yace la más bella bajo la locería,
Y caía la lluvia y mi nuez se majaba.

Dame tu potingue madre para calmar,
Su recuerdo cuando veo los azulejos,
Y el dolor que siento no deja de mermar.

Era la Rosa con pétalos de espumar,
Un elogio de ébano teñía sus ojos,
Con la mixtura cuica de su perfumar...

Norma C. Acosta M.
Caracas- Venezuela

¿QUÉ NO SE HA DICHO? ©

 ¿QUÉ NO SE HA DICHO? © Todos los derechos reservados Autora: Norma Cecilia Acosta Manzanares País: Venezuela Tema: Día Internacional contra...