MAGNICIDIO DE AMOR
MAGNICIDIO DE AMOR
Mi cielo se agrieta, saturando las venas;
mi llanto va granando el aroma de tu aliento profano,
y sin límites has desgarrado a este pecho que te ama...
Magnicidio de amor,
Apunta tu lengua diestra.
Ya este corazón no late...
Bala mortífera,
Veneno, hiedra,
Que hiere mi alma. ¡Yo solo te amaba!
Y me decías: "Te amo, esposa mía".
¡Ay, cómo yo suspiraba por ti en las noches sin luna!
Con amor yo te dibujaba,
y en las mañanas tú me sorprendías.
Yo veía la aurora en tu poesía...
Yo te hacía el poema que nadie para ti escribía,
y con los azulejos yo, a ti, te ponía:
El cielo inmerso de amor
me sublima, el viento en mis días,
la gaviota vuela, vuela engrandecida,
planeando entre las espumas,
haciéndome soñar con tus caricias,
y te di tantos besos...
Ahora inmolaste mis labios.
¡A este amor, dolor que aún siento!
Eres feliz con el mal ajeno,
acabaste con el más puro sentimiento...
¡Oh, ciega de amor, no advertía!
Ese gruñido de tu talante,
el descarado va por delante,
me causaste escalofríos...
Sin hacer caso omiso,
tus otras víctimas me advertía,
y aún así no veía...
¡Apunta bien, cazador!
Rompiste mi pecho,
me humillaste con tesón,
y me pusiste entre tus trofeos...
No te olvides, sacude bien ese poncho,
y ve por tu otra conquista...
¡Yo solo te amaba!
Y tú me mataste, solo por codicia...
Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.
Caracas, Venezuela.
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