viernes, 24 de octubre de 2025

20 Formas de Amar y una Mosca Zumbando.




  La Necesidad de Nombrar lo que Queda.


Este compendio de poemas no es un libro sobre el amor. Es una revisión honesta y cruda de lo que queda de él. No nació de una musa amable, sino de la urgencia de desmantelar la mentira, de ver la distancia que hay entre la promesa y el sitio exacto de la herida.
Nos hemos contado tantas veces la historia del amor hermoso y eterno. Yo elegí medirlo por la fibra de su esqueleto, por lo que resiste de pie cuando toda la euforia y la carne de la ilusión se han podrido.
La Mosca no es un símbolo. Es la compañía más real que tuve en el proceso. Ella no tiene piedad ni pudor. Su zumbido es el chisme sin filtro que se cuela por el oído, la verdad que la dignidad intenta silenciar. Ella me recordó que la vida que se alimenta de la ruina es, curiosamente, la única vida totalmente sincera.
Las "Veinte Formas" son, en esencia, veinte maneras de contar una misma pérdida. Cada poema es una prueba que busqué en la ceniza, una confrontación con la estructura interna de la pena. Al final, descubrí que el amor no es magia ni destino; es un ejercicio de peso, de ley natural y de consecuencias.
La Costurera que habla en la posdata soy yo recogiendo los hilos rotos, cosiendo la agonía con la fibra de los hechos. Entendí que la fuerza no está en el juramento, sino en el residuo final que queda cuando ya no podemos mentirnos. Y esa verdad, el sedimento, el zumbido de la mosca, es el único amor real que sobrevive.
Que esta lectura les sea incómoda, pero necesaria. Que confronten su propio residuo sagrado.
Norma Cecilia Acosta Manzanares
Caracas, Venezuela.



20 Formas de Amar y una Mosca Zumbando.
(Una sinfonía de lo que perdura cuando el amor se descompone)

I. El Deseo (Raíz)
Amar es esta raíz que sigue creciendo
hacia el agua negra de tu nombre,
aun cuando el árbol ha sido talado.

II. La Memoria (Ceniza)
Amar es recoger tu ceniza
y encontrar diamantes en lo que quemamos,
esa luz fría que ilumina
lo que nunca podrá ser nuevamente.

III. La Piel (Mapa)
Amar es habitar este territorio
donde cada cicatriz cuenta
la historia de una frontera que cruzamos
sin pasaporte ni retorno.

IV. El Tiempo (Río)
Amar es navegar este río
cuyas aguas nunca son las mismas,
pero cuya corriente
siempre conduce a tu puerto.

V. La Noche (Semilla)
Amar es esta semilla plantada
en la oscuridad más profunda,
que germina cuando todo dice
que debería morir.

VI. El Espejo (Eco)
Amar es buscarte en cada reflejo
y encontrar solo el eco
de la mujer que fui
cuando tú me mirabas.

VII. La Lluvia (Archivo)
Amar es esta lluvia que lava
los monumentos de nuestro reino,
revelando las grietas
que adornamos con flores.

VIII. La Guitarra (Sílaba)
Amar es esta canción
cuyas cuerdas se rompen una a una,
pero cuya melodía
sigue completa en el silencio.

IX. La Ventana (Horizonte)
Amar es esta vista
hacia un paisaje que ya no existe,
pero que sigo dibujando
con los párpados cerrados.

X. La Sal (Sabiduría)
Amar es este sabor
que persiste cuando se acaba el banquete,
la verdad amarga
que condimenta toda memoria.

XI. La Tormenta (Cimiento)
Amar es haber construido
sobre tierra movediza
y encontrar, entre los escombros,
los cimientos de lo que pudo ser.

XII. La Biblioteca (Fantasma)
Amar es releer el mismo libro
buscando un final diferente,
mientras las páginas se deshojan
entre mis dedos ansiosos.

XIII. La Sombra (Testigo)
Amar es esta compañera silenciosa
que crece cuando apagan las luces,
la única que conoce
la geometría exacta de tu ausencia.

XIV. El Reloj (Latido)
Amar es este tictac que marca
un tiempo paralelo al mundo,
donde todavía es posible
el instante antes del adiós.

XV. El Jardín (Rebelión)
Amar es regar las plantas muertas
por si acaso la primavera
decide ser clemente
con mis terquedades.

XVI. El Espejismo (Fe)
Amar es caminar hacia el oasis
sabiendo que es mentira,
pero beber igualmente
de sus aguas imaginarias.

XVII. La Herida (Lenguaje)
Amar es haber aprendido
a traducir el dolor a un idioma
que solo nosotras comprendemos.

XVIII. La Marejada (Equilibrio)
Amar es mantener el balance
sobre las olas del recuerdo,
esa danza inestable
que nos mantiene a flote.

XIX. El Naufragio (Tesoro)
Amar es hundirse con el barco
y emerger con perlas negras
entre los dientes apretados.

XX. La Física (Ley)
Amar es desafiar la gravedad
creyendo que nuestro amor
podría ser la excepción
a toda ley natural.


Y la Mosca Zumbando

Pero la mosca…
oh, la sabia mosca,
conocedora de secretos,
zumba su verdad immutable:

«No te ama como antes,
pero te ama como siempre:
con la fidelidad de lo que se descompone,
con la verdad de lo que ya no puede mentir.

Eres su paisaje habitual,
su costumbre más íntima,
la ruina que habita
como se habita una vieja catedral:
sin fe, pero con respeto
por lo que alguna vez fue sagrado.

Y eso, querida,
eso es quizás
el amor más verdadero:
el que sobrevive
a la muerte del hechizo.»


Posdata de la Costurera

Y yo,
que tejí estas veinte formas
con el hilo roto de mis sueños,
aprendí al final
que la mosca tenía razón:
el amor no se mide
por su intensidad,
sino por su permanencia.

Y aquí permanecemos:
tú en tu centro,
yo en mi orilla,
y entre nosotros
el zumbido eterno
de lo que fue
y nunca del todo se fue.


Autora: Norma Cecilia Acosta Manzanares.
Derechos reservados de la autora.

 

domingo, 5 de octubre de 2025

Zarpazo Azul en la Corteza.




Título: Zarpazo Azul en la Corteza.

Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.

Caracas, 05 de octubre del 2025.

Derechos Reservados de Autor.


El muro no es un lienzo, es costra, es corteza,

un frío que se engancha a la piel y nos pesa.

La reja no es frontera,es un grito tensado

entre la herrumbre obscena y el azul desplegado.


Arriba, el poste clava su aguja en la nube.

Un pájaro,un espasmo de sombra, se estremece.

No canta,no es un susurro, es un hachazo breve,

un ojo que desnuda todo lo que se mueve.


Desde su cable, mide la herida del espacio:

esta costra de mundo,ese éter como un brazo

que tira de la prisa que anuda nuestras venas.

Él es el juez del límite,la llave en las cadenas.


Y el cielo no es promesa, es un zarpazo azul,

un ácido que limpia la herrumbre y la mugre.

Lava el sudor del muro,la ansiedad que nos cerca,

y en mi costado rompe una losa que forcea.


No es esperanza. Es hambre. Un instinto que sube

por la garganta,mudo, y pico y ala estruja

contra este pecho opaco,este hábito de muro.

—Ser ese golpe negro en el azul tan puro—.


Es mirar y saber que la grieta y el vuelo

son la misma mordida sobre el mismo desvelo.

Que toda cicatriz es un nido posible,

y que este corazón,de tan frágil, es terrible.


viernes, 3 de octubre de 2025

CANCIÓN DE LA LETRA QUE NO SE NOMBRA

CANCIÓN DE LA LETRA QUE NO SE NOMBRA

​a, e, i, o, u...

El burro sabe más que tú.

Qué primitivo el canto escolar,

qué condena en voz de canción.

Pero mi mundo entero ya latía

presente en la ausencia,

detrás del pizarrón.


​El burro conocía el secreto:

la leña pesa menos que el olvido,

el cocuy larense quema más profundo

que esas voces que cortaban como piedra

en el patio donde el sol era de yeso.

Fue a ese "sabiondo" a quien la tierra

legó la savia del agave:

el silencio vuelto fuego líquido.


​Yo aprendí a caminar

debajo del agua del tiempo,

a tejer mi propio sonido

con hilos de algodón,

a amansar el estruendo

que nace en la niebla

de un pensamiento en vendaval.


​Esa letra que no pude nombrar,

la del temblor en la lengua,

la del látigo en el aire,

se volvió mi aliada,

el puente que se cruza

para llegar al otro lado

sin el ruido de antes.


​Qué bueno que el burro

—orejas largas, mirada serena—

supo desde el principio

que la verdad no es lo que suena,

sino el peso de la leña,

el sabor del cocuy,

el camino que se hace

al andar bajo la corriente.


Autora: Norma Cecilia Acosta Manzanares 

Caracas, Venezuela.


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