EL PINO Y LAS LUCIÉRNAGAS


He visto árboles enormes en los bosques pero nada como este pino, cuyas luciérnagas lo iluminaban en la oscuridad, era un momento tan especial ver como esas amigas luminosas formaban las fiestas, realmente eran tan inquietas que hacían reír aquel gran pino.
Un día, una de las luciérnagas atraída por una gran luz que en apariencia posaba en la copa del gran pino, voló magnetizada en dirección a la estrella, hasta que sus alas se debilitaron por el cansancio, la luciérnaga se derribó rápidamente en el aire y su amigo el pino tendió una de sus ramas para sostenerla, mientras que sus otras amigas lloraban inevitablemente de la risa al verla como quedó entre la rama de su buen amigo.
El gran pino al ver a las otras luciérnagas como se burlaban de su compañera sufrió una gran decepción, pero, sin importarle las burlas de las demás decidió cuidarla logrando que volara de nuevo, entonces observó que lo estaba haciendo muy bien hasta que la pequeña luciérnaga se alejó de su vista.
Al caer la noche, volvieron a salir las luciérnagas dando brillo al bosque, pero se dieron cuenta que el gran pino estaba silencioso con la mirada entristecida, preocupadas por su amigo el gran pino del bosque le preguntaron: ¿cuál era el motivo de su tristeza? y él, les recordó el mal comportamiento que adoptaron ante el accidente que sufrió su otra pequeña amiga y desde entonces no la ha vuelto a ver; las luciérnagas, quedaron apenadas por su mal comportamiento y salieron en la búsqueda de su amiga, de tanto volar cayeron exhausta al piso. El gran pino sin poder moverse para ayudarlas, desesperado, intento arrancar sus raíces para alcanzarlas siendo inútil su esfuerzo, llorando vio la estrella y con clamor le pidió ayuda e inesperadamente la estrella fue bajando del cielo dejándose caer lentamente en la copa del gran pino, su magnética luz, atrajo a la pequeña luciérnaga que se había perdido en el bosque, debido a las burlas de sus otras compañeras ante los ojos de su gran amigo. Ella, con mucha fortaleza aleteo sus alas llamando a sus otras compañeras logrando así reanimarlas, el gran pino se veía entusiasmado porque estaban juntos de nuevo, la estrella se quedo posando en la copa del pino haciéndoles recordar que en la unión esta la fuerza y la amistad prevalece sobre todas las circunstancias.
Autora: Norma Cecilia Acosta Manzanares
Caracas - Venezuela

Comentarios

Entradas populares de este blog

POEMA DESTACADO, NAVIDAD CON LAS VIRGENES VENEZOLANAS

A Mi Marciano

EL TELÉFONO.