miércoles, 18 de abril de 2018

Lluvia Íntima

 Lluvia Íntima 


La tarde se deshace en hilos plateados,  

el cielo desovilla su madeja gris  

y el mundo se repliega en un susurro.  


Huelo a tierra desnuda,  

a raíces que recuerdan  

el primer beso del agua:  

petricor que rasga el tiempo,  

olor a infancia enterrada  

bajo los poros del asfalto.  


La piel se hace espejo,  

recibe el frío que resbala  

—gotas como huellas de un pájaro que fue—.  

El cabello pegado a la nuca  

es red de memorias húmedas,  

naufragio de lo que no dije.  


Escucho el ritmo sin reloj:  

tejado que repica su tambor herido,  

charcos que tragan ecos de otros aguaceros.  

Es la misma canción que araña los cristales,  

la que aprendí cuando el silencio  

era un idioma recién nacido.  


Me desvisto de horas,  

me visto de agua.  

Cada gota un espejo roto  

donde me miro y no me reconozco:  

soy el eco de un trueno lejano,  

la sombra que la lluvia dibuja  

y borra con dedos impacientes.  


Al final, solo queda  

el rumor de lo que cae  

y no termina de caer,  

el tacto de lo ausente  

pegado a los párpados,  

el olor a mundo lavado  

mientras algo en mí  

—lento, quieto—  

se desprende  

y germina.  


Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares 

Caracas, 18/04/2018.




viernes, 26 de enero de 2018

La Princesa Y El Tigre

 La Princesa Y El Tigre


En un reino rodeado de montañas brumosas, vivía la princesa Amara, conocida por su corazón indomable y su misteriosa amistad con un tigre de ojos dorados. Desde niña, había encontrado al felino herido en el bosque y, en lugar de temerle, curó sus heridas. Lo llamó Kael, y con los años, forjaron un vínculo que desafiaba toda lógica. Mientras el pueblo murmuraba que el animal era un espíritu ancestral, el rey, temeroso, prohibió a su hija acercarse a la bestia.  

—Un tigre no es compañía para una princesa— le advirtió el monarca.  

—Él me entiende mejor que nadie— replicó Amara, firme.  

Una noche, un príncipe de un reino vecino llegó para pedir la mano de la princesa. Orgulloso, despreció las leyendas sobre Kael y, en un acto de arrogancia, retó al tigre a un duelo para probar su valor. El rey, ansioso por deshacerse del animal, aceptó.  

—Si el tigre vence, serás libre de elegir tu destino— declaró el rey a Amara. —Si pierde, te casarás sin protestar.  

La princesa, desgarrada, susurró al oído de Kael: No lo mates, pero tampoco permitas que me arrebate. El tigre rugió, comprendiendo.  

Al amanecer, la plaza se llenó de espectadores. El príncipe blandió su espada, confiado, mientras Kael lo observaba inmóvil. En un instante, el felino saltó, derribando al hombre con un zarpazo, pero deteniendo sus garras a un pelo de su garganta. El príncipe, temblando, huyó del reino.  

El rey, impresionado, reconoció su error:  

—El valor no está en dominar, sino en dominarse— musitó.  

Amara y Kael vagaron libres desde entonces, recordando al reino que la verdadera fuerza reside en la lealtad, no en el miedo. Y se dice que, en las noches de luna llena, sus rugidos aún resuenan como un canto a la libertad.  


Fin.

Autor Norma Cecilia Acosta Manzanares 




martes, 6 de junio de 2017

Refranes del Autor

 

El lobo viejo no mira al cielo; huele el viento y elige su suelo.


El río que nace murmullo, con paciencia se hace canto; no teme al camino largo, que lo guían las estrellas del manto.


Las estrellas riegan el jardín, pero solo florece quien lo labró al amanecer.


Pluma que el alma desprende, no cae al suelo; vuela en tinta y escribe sueños.


El espejo del alma no miente: quien se reconoce en su raíz, florece sin que el viento lo cuente.


Admirar la pluma que en otros arde con destello, no convierta la tuya en cristal de hielo.


El desierto no es tierra muerta: guarda versos bajo la arena; el poeta que aguarda la lluvia, bebe de su propia pena.


Si al poema ajeno llegas, no te vayas sin sembrar; que tu huella, hecha de esencia, en sus versos pueda florecer.


Autor Norma Cecilia Acosta Manzanares 

Todos los derechos reservados





jueves, 13 de abril de 2017

Besos Conjugados

 Título: Besos Conjugados.

Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.

Derechos Reservados del Autor.


Los besos son verbos de carne viva,  

sílabas que el tiempo nunca archiva:  

presente de raíces en la orilla,  

futuro que, en labios, germina.  


Tu boca es un verbo irregular,  

declinada en mis noches sin conjugar:  

—Yo te amo, tú me incendias, nosotros somos mar—,  

y el alma, entre las olas, pierde toda razón.  


Beso imperativo: "¡Vive en este instante!",  

condicional de sombras que se abren en cristal.  

Boca subjuntiva —ojalá fuéramos diamantes—,  

mordiendo el infinito con su forma mortal.  


¿Quién dicta la gramática de este amor sin nombre?  

No es el diccionario de la sangre ni del pan.  

Es el pretérito que se vuelve hombre,  

y el gerundio eterno de volvernos mar. 


domingo, 16 de octubre de 2016

MIS AMIGAS LAS VOCALES

 Juntemos las manos

hagamos un juego

usemos las vocales 

para seguir creciendo.


La A es un hada mágica

por eso la llamamos

abracadabra.


La E le gusta ayudar

a emprender la enseñanza 

con sus amigos de la infancia.


La I le gusta insistir

y toda su tarea es dirigir

sumando su punto arriba.


El doctor O es odontólogo

su deber es ayudar

mantener tu salud bucal.


El cucu marcó la hora

un bululú de niños juegan 

con la U al tobogán.


Y tus amigas las vocales

A, E, I, O, U

están felices como tú.


Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.

 


sábado, 16 de julio de 2016

Lejos De La Estupidez

 Lejos de la Estupidez. 


Preguntarán a dónde voy,

escuchando mi alma herida,

puedo decir, lejos de la estupidez.


Lo único malo que hice,

fue entregarle todo mi amor,

en el castillo movedizo que me construyó,

un refugio de ilusiones que se desmoronó.


Sí, soy culpable les aseguro,

pero de esta no volveré,

por su torpe puño acabó con mi ser,

y en las ruinas, renaceré.



Autor Norma Cecilia Acosta Manzanares 


domingo, 3 de abril de 2016

HAIKUS

Con dulce néctar:
el frenesí se prende,
la flor del campo.

Las Mariposas:
Palpitan con sus alas
en mi estomago.

Enardecida
la astilla del vergel,
se brota el alba.

Veo en mis ojos
Ese pecho desnudo
! Será esperanza ¡

Brota el almíbar
En tu tierno pistilo,
Mientras te pienso

La vulva aumenta
Su sed y presumida
Brota el almíbar.

Palpa la lengua
con un roce ligero,
Al tierno falo.

Entre tu pecho:
Pintare con mis dedos
la bella luna.

El monte fértil:
Crece con azahares
de grandes sabios.

Me perpetúas
Con el hilo de un verso,
Tú clara savia.

Flores del templo
En un jarrón sagrado,
Agua estancada.

La flor abierta
Estallido sublime
Tu cuerpo gime.

En un estanque:
Un flujo va corriendo,
Son renacuajos.

La primavera:
Derrama sus caricias
Entre mis manos.

Gemido intenso
En las sendas estrechas
El volcán arde.  

Fotografía:
Átomos recibidos
del celular.

Al observarte:
Siento la luz del sol
Quemar mi vientre.

Cae la lluvia
en la copa del cielo,
el Ávila canta.


Autora: Norma Acosta

CORRE


Ve y corre, si miras atrás, 
al cazador encontrarás, 
escapa del tigre enemigo, 
que a ti siempre te ha perseguido.

De pronto tú le has servido, 
de presa al instinto animal, 
no estará desapercibido, 
hasta que salgas de su mal.

Corre amiga que ya te atrapa, 
Vete no vuelvas a su trampa, 
eres la presa que el acecha, 
está cerca a tu vida se echa.

El cordero ya no se presta, 
si logras escaparte de esta, 
reponte ya y camina erguida, 
así no te verán destruida.

Norma C. Acosta M.
Caracas - Venezuela.

EL ORGULLO Y LA ROSA



El ORGULLO Y LA ROSA.


Cuando el dormir es orgullo, 
o ligero por la ausencia, 
su nombre es el murmullo, 
en sus labios la carencia.

Boca dormida y sonriente, 
¿Qué aprietas entre dientes? 
¡Rompe ya, ese cruel silencio! 
que despierta con vacío.

En su jardín es hermosa, 
los pétalos están vivos, 
como sus labios rojos.

A pesar de los abrojos, 
entre espinas es rosa,
la flor más caprichosa.

Ella lo espera en el jardín y él con su orgullo sin fin.

Autor: Norma Cecilia Acosta manzanares.


Arreglo de NormaCeciliaAcostaManzanares:

Cuando el dormir es orgullo,
o ligero por la ausencia,
su nombre es el murmullo,
en sus labios la carencia.

Boca dormida y sonriente,
¿Que aprietas entre dientes?
¡Rompe ya, ese cruel silencio!,
que despierta con vacío.

En su jardín es hermosa,
los pétalos están vivos,
como sus labios rojos.

A pesar de los abrojos,
entre espinas es rosa,
la flor más caprichosa.
Ella lo espera en el jardín
Y el con su orgullo sin fin.

Entre la dulce fragancia,
late una intensa añoranza,

En su jardín es hermosa,
los pétalos están vivos,
como sus labios rojos.

En su jardín es hermosa,
los pétalos están vivos,
como sus labios rojos.

A XIHEN CASADIEGO Y A SU OBRA "TROVA EN TU PIEL"

Tanto tiempo,  razón o sin él,
Yo aquí me cruzo de nuevo,
Leyendo tus versos de miel.

Es ese tono que indiviso,
dibujado por su fino aliento
como los confetis en el paraíso,
con extractos que consiento.

Conciertos con vibraciones,
van Agitando el corazón,
de quien lee con razón
tus hermosas canciones.

Tejen mis pupilas extasiadas
por las cuadras, consonantes
como luminosas luces de  hadas,
amando a tus musas donantes.

El océano al garzo eleva
por la costa apreciada,
al son de la marejada,
me aviva como una jeva.

La flor del cielo abre el día
roza la uva con soltura,
la luna siempre le porfía
amor eterno con altura.


Es cierto,

Somos los hijos del verso
Que el magno del verbo nos dio
Le cantamos sin reverso
Ya que él nos atendió.

Tan sublime regalía
del poeta Xihen que ha catado
a sus musas con valía,
nos confiesa con agrado.

Reitero,

Tus estrofas me estimulan
haces sonar la diana
la luna y el sol tripulan
tus versos hasta el nirvana.

Así como los amantes
de la rima con encanto
mis labios hablan tu canto
son bellos y destellantes.

Soñador fiel con agrado,
abordo tu cerúleo plasma
con versos bien encajados,
resultado que me entusiasma.

Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.

Mis agradecimientos al poeta XIHEN  CASADIEGO y a su obra "TROVA EN TU PIEL"

JEVA: Es común en el argot urbano caraqueño y su significado es: Mujer; Chica; Novia; Pareja.

AJENO A MI








No pensé que me pasara, 
pero me he enamorado, 
el destino me lo aclara, 
es el hombre equivocado.

Yo le he brindado mi esencia, 
a la luz de la luna llena, 
pero a cambio mi condena, 
es su perfume de ausencia.

Ingenua yo que le ansío, 
mi piel grita su carencia, 
ruego a Dios por su presencia.

Por esas noches de frío, 
que vivo solo por ti, 
porque eres ajeno a mí.


AUTORA: NORMA CECILIA ACOSTA MANZANARES.
CARACAS - VENEZUELA.

Publicado en : https://sociedadvenezolana.ning.com/profiles/blogs/ajeno-a-mi


¿QUÉ NO SE HA DICHO? ©

 ¿QUÉ NO SE HA DICHO? © Todos los derechos reservados Autora: Norma Cecilia Acosta Manzanares País: Venezuela Tema: Día Internacional contra...