Ecos de la Guerra
Ecos de Guerra
En la sombra, cielo desgarrado,
eco de risas, se ha apagado.
Que el abrazo de paz sea más fuerte,
que el amor sea el faro, el único credo.
Sueños en polvo, olvidados,
llanto de niño, llamado.
Ojos de pura inocencia,
mundo de cruel indiferencia.
En la sombra, cielo desgarrado,
eco de risas, se ha apagado.
Que el abrazo de paz sea más fuerte,
que el amor sea el faro, el único credo.
Madres en ruinas, su abrigo,
manos temblorosas, corazón herido.
Cada lágrima, grito silente,
ruego por vida, deseo latente.
En la sombra, cielo desgarrado,
eco de risas, se ha apagado.
Que el abrazo de paz sea más fuerte,
que el amor sea el faro, el único credo.
¡Oh, tierra de sangre y pena!
¿No ves el futuro en la arena?
Niños son flores, deben florecer,
no espinas en campos de ayer.
En la sombra, cielo desgarrado,
eco de risas, se ha apagado.
Que el abrazo de paz sea más fuerte,
que el amor sea el faro, el único credo.
Que el eco de risas vuelva a sonar,
que los niños jueguen, puedan soñar.
Y en cada corazón, en cada mirada,
brille la esperanza, vida anhelada.
Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.
V10872651
Caracas Venezuela
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