viernes, 30 de octubre de 2009

EL TIEMPO NUESTRO VIENTO.

Al tiempo que me hablabas
Y yo te observaba,
se detuvieron las horas
En el momento y al instante;
Tu voz a miel me llamaba
Y yo le obedecía,
Mientras el viento me abrazaba
Y yo te quería;
se alzaron los olores a llano recio,
Y a grita voz galopamos con el viento.
En el momento de nuestra nostalgia
Nos besamos en la plazuela del pueblo,
El cielo se hizo visible en tus ojos,
Y yo replique con versos en tus labios.
En aquel instante y en ese momento
Bailamos bajo el farol de aquella memoria
Y en lo verde de ese pueblo de la doña,
Tu me besabas las mieles de mis pensamientos.
Al tiempo que me hablabas
Y yo te observaba se detuvo las horas
En el momento y al instante,
Tu voz a miel me llamaba
Y yo le obedecía al amo de mis añoranzas.............

4 comentarios:

Unknown dijo...

Es precioso NORMACOSTA. Me encantó.

Anónimo dijo...

Buen poema, sublime en grado sumo...

carlos dijo...

realmente hermoso lleno de sentimiento. sigue no pares me gustan mucho

frenesi dijo...

Gracias por leer mis poemas.

GAZA.

En Gaza, un niño arrastra entre escombros   el silencio pesado de su hermano. Un lamento   que el viento —ceniza y nombres rotos—   no borra...