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Mostrando entradas de abril, 2025

El Evangelio Según El Hipócrita.

  El Evangelio Según El Hipócrita. © 2025 [Norma Cecilia Acosta Manzanares]. Todos los derechos reservados.  Prólogo: En Valle Oscuro, el Miércoles Santo no es un día, sino una advertencia. Los vientos arrastran pétalos de flores negras desde el cementerio hasta los umbrales de las casas, y en la iglesia, el incienso huele a cera quemada y monedas oxidadas. Pero el verdadero culto no ocurre entre bancas de madera, sino en el mercado de las almas, donde los pecados se pesan en balanzas de bronce y los chismes se venden por puñados de sal.   Este libro no es una colección de relatos. Es un inventario. Entre estas páginas hallarás:   - Un libro de contabilidad con páginas manchadas de sangre seca, donde los nombres de los muertos se escriben al revés.   - 30 monedas de plata que brillan menos cuanto más las limpias.   - Un rosario cuyas cuentas son lágrimas petrificadas de quienes creyeron que la culpa era solo un rumor.   Todo co...

Aura en Eclipse

 Título: Aura en Eclipse. Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares. País: Venezuela.                                El cuerpo recuerda la caída,                      pero el alma ha aprendido a volar                                                    con las cicatrices. La luz se quiebra en cuchillas,   el tiempo se desangra en espasmos.   Caigo: un planeta desorbitado,   un reloj desmontado en el pecho.   El cuerpo, un motor que incendia sus cables,   la mente, un espejo hecho añicos.   Alguien grita en un idioma de sombras,   el suelo abre sus fauces de vértigo.   Sé que soy un náufrago de carne,   un dios ebrio tropezando ...

Espejo de Crueldad

 Título: Espejos de Crueldad   I. La ciudad gris. La urbe no tenía nombre, o quizá lo había perdido entre el humo de las fábricas y el eco de los pasos apresurados. Los rascacielos, gigantes de acero y vidrio ahumado, se alzaban como tumbas verticales donde las almas se oxidaban. En el edificio Kronos, una mole de concreto que devoraba empleados como engranajes desechables, dos mujeres respiraban el mismo aire envenenado, pero en mundos opuestos.   María Clara, auditora interna de 34 años, ascendía cada mañana las escaleras de emergencia para evitar el ascensor. No por salud, sino para esquivar las miradas de quienes llamaban "la monja de acero". Su traje gris, siempre impecable, contrastaba con las paredes descascaradas del cuarto piso, donde revisaba facturas y balances con una lupa heredada de su abuelo relojero. Su escritorio, libre de fotos o adornos, guardaba solo un termo de café amargo y un cuaderno de tapas negras donde anotaba verdades que nadie quería leer...