Geología del Vuelo
Las guacamayas cruzan el cielo
como zafiros animados,
trazando mapas de semillas y trinos
sobre la herida abierta de la tierra.
Son joyas que no se minan,
se admiran:
testigos alados de un país
que aún respira bajo los escombros.
Nosotros, abajo,
cavamos túneles hacia ninguna parte,
buscando en las profundidades
el azul que ya llevamos en las venas.
¿Cuándo entenderemos
que la riqueza no está bajo tierra,
sino en el vuelo que nos olvida las manos
y nos devuelve el alma?
La verdadera piedra preciosa
no se comercializa ni se roba—
se contempla en el instante
en que un ala roza el horizonte
y nos recuerda
que la libertad es la única gema
que no puede venderse,
porque no tiene precio:
se vive.
—
Nota:
Este poema une lo mineral (zafiros) y lo orgánico (guacamayas) para hablar de la identidad de mi país. Mientras cavamos túneles buscando riquezas efímeras (petróleo, oro), las guacamayas nos recuerdan que la verdadera abundancia está en la belleza que vuela libremente sobre nosotros. El "vuelo que no se vendió" es metáfora de la dignidad intacta: aquello que no se comercializa, ni se roba, porque pertenece al patrimonio del alma colectiva.
Autor: Norma Cecilia Acosta Manzanares.
Derechos Reservados de Autor.